(Recopilación de Artículos del “Obrero Revolucionario”)
Obrero Revolucionario #919, 17 de agosto, 1997
Primero que todo, un aspecto importante de esta cuestión de MLM (Marxismo Leninismo Maoísmo) vs. anarquismo es aquello que Lenin comentara sobre el crecimiento de varias tendencias similares al anarquismo, varias tendencias radicales que se diferencian del comunismo y que se le oponen. Dijo que en cierto sentido había que ver el anarquismo y esas otras tendencias como "expiación por los pecados del oportunismo de derecha". Mejor dicho, cuando y donde el movimiento comunista, el movimiento marxista, no era suficientemente revolucionario, surgía o se fortalecía el anarquismo. El anarquismo atraía a gente honesta de fuerte inclinación revolucionaria porque parecía más revolucionario que el marxismo. Este es un aspecto importante: donde surge una tendencia anarquista de gente radicalmente opuesta al statu quo, en parte se debe al hecho de que lo que debiera ser la ideología y el programa más revolucionario, es decir el comunismo, no es revolucionario en sí, o no es coherente y cabalmente revolucionario, sino por el contrario es una variante de reformismo disfrazada de marxismo. Eso es lo que Lenin quería decir cuando comentó que, en parte, el anarquismo es "expiación por los pecados del oportunismo de derecha".
Hace unos años publicamos un folleto sobre esto que, del título a la última página, explicaba que en realidad no hay nada más revolucionario que el marxismo-leninismo-maoísmo. Aunque hay muchas cosas más revolucionarias que el falso comunismo revisionista, no hay nada más revolucionario que el auténtico comunismo; no hay nada más revolucionario que los intereses fundamentales, la misión histórica y la correspondiente concepción del mundo del proletariado, y la lucha para plasmar eso en la realidad. Nada debería verse como más revolucionario que lo que nosotros representamos; no debemos permitir que se vea así.
¿Cuál es nuestra respuesta fundamental al anarquismo? ¿Cómo debemos dar esa respuesta? Debemos partir desde la perspectiva de nuestra meta final—la revolución más radical de toda la historia humana—y después hablar de lo que se necesitará para alcanzarla. Mejor dicho, en vez de empezar, diciendo: "Tienen que entender que no podemos hacer esto desde un principio, que no podemos eliminar aquello de un brochazo; no entienden que se necesita un estado y un partido", etcétera, en vez de empezar así, debemos arrancar de la meta final del comunismo, que representa la revolución más radical, las rupturas más radicales, en toda la historia humana, decir claramente que eso es lo que queremos y después adentrarnos en las contradicciones que hay que superar para llegar a esa meta final. De otro modo, podríamos parecer más conservadores que los anarquistas, cuando en realidad somos mucho más radicales.
Si vamos a criticar el anarquismo y a luchar con sus seguidores para convencerlos de que abracen el MLM, es preciso expresar unidad con las inclinaciones radicales de muchos anarquistas; y tenemos que luchar con ellos para que las profundicen y las lleven más allá. Tenemos que hacer esto desde una posición revolucionaria, desde la posición de la transformación más radical de la historia de la humanidad, la revolución proletaria y su ideología comunista.
Como también señala el folleto mencionado ("No hay otra cosa más revolucionaria que el marxismo-leninismo, pensamiento Mao Tsetung"), y como nuestro partido siempre recalca, el comunismo se tiene que alcanzar, solo se puede alcanzar, a escala mundial. Sin embargo, en la posición anarquista, especialmente tal como se manifiesta en un país imperialista, hay una cierta cantidad (y a veces una buena cantidad) de lo que podríamos llamar "chovinismo imperialista". Objetivamente, sin importar las intenciones de sus proponentes, e incluso sin importar cierto internacionalismo de algunos anarquistas, en un país imperialista el anarquismo en cierta medida equivale a "comunizar el saqueo del imperialismo". La razón es que, si se implementara la posición anarquista de que no debe haber estado, no habría ninguna forma de poner los intereses del proletariado como clase, y los intereses de las masas populares, por encima de los intereses de individuos y de pequeños grupos. Igualmente, no habría ninguna forma de poner los intereses de la revolución mundial por encima de los intereses más estrechos de la gente de tal o cual país. Esto es especialmente problemático en un país con una larga historia de dominación y saqueo imperialista.
Los anarquistas no solo afirman que no debe haber estado en la nueva sociedad; también dicen que no debe haber una dirección revolucionaria establecida, organizada, para tumbar el orden actual. Si se siguiera esa línea, en realidad no se podría tumbar el orden actual, pues para hacer eso hay que confrontar y derrotar las altamente organizadas y poderosas fuerzas militares y fuerzas políticas de los imperialistas, con todo su aparato estatal.
Pero digamos, para esclarecer el tema, que se ha tumbado el viejo sistema sin una dirección revolucionaria organizada y que, siguiendo la posición anarquista, se trata de avanzar sin estado. Bueno, en ese caso, para ser coherentes, la sociedad y la economía se tendrían que estructurar de tal forma que toda unidad de producción social, o pequeño grupo que se reúne para producir y canjear productos, debe disfrutar de los frutos y beneficios de lo que ha producido su trabajo. Pero, uno de los muchos problemas con esto es el hecho inescapable de que, si se hace sobre la fundación económica que resultó de la posición del viejo país imperialista en la división internacional de trabajo y acumulación del sistema imperialista, sería cosechar los frutos y "comunizar" el saqueo y la explotación que ha perpretado el imperialismo. Sería así incluso si se toma en cuenta la inevitable destrucción y trastorno de tecnología y de la economía en general que conllevaría una guerra revolucionaria para tumbar el imperialismo; así y todo, se "heredaría" una enorme tecnología, altamente desarrollada, así como otras fuerzas productivas que son, en una medida significativa, el fruto de la explotación y el saqueo perpetrados por décadas y siglos de dominación imperialista y conquista colonial en todo el mundo.
Así que la pregunta será: ¿cuál debe ser la debida orientación: "comunizar" esos frutos para beneficio de la gente de ese (otrora) país imperialista o utilizar esas fuerzas productivas primero que todo para impulsar la revolución mundial hacia la meta de superar todas las relaciones de explotación y desigualdad en el mundo, para superar la "gran brecha" entre los países imperialistas y coloniales?
Otra forma de abordar esto es decir que, mientras la sociedad esté dividida en clases—y mientras exista la base económica-material para esa división—los máximos intereses del proletariado y de las masas populares solo se pueden alcanzar por medio de un estado socialista. Del mismo modo, el internacionalismo proletario solo se puede manifestar del todo y a su más alto nivel por medio de tal estado socialista. Esa es la única forma de materializar los más altos intereses de la clase proletaria, de su internacionalismo proletario; es la única forma en que se pueden implementar y, sí, imponer, contra la oposición de los explotadores tumbados y otras fuerzas reaccionarias.
Cuando todavía no se ha superado y extirpado la base para las divisiones de clase, sin tal estado proletario—sin un instrumento aglutinante que dé expresión concentrada y fuerza material concentrada a los intereses del proletariado como clase—, lo "mejor" que se puede alcanzar (y sería por un tiempo corto) es que pequeños grupos vivieran una vida pequeñoburguesa, operarán de un modo pequeñoburgués. Y si pequeños grupos fueran dueños de los medios de producción o los controlaran, si cada uno fuera dueño de una pequeña porción de esos medios de producción y organizara la producción de acuerdo con eso, ¿por qué medios y con qué mecanismos se regularían las relaciones económicas entre esos grupos y entre sus individuos?